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jueves, julio 4, 2024

Juan Liébana: “Mi sueño es ser un pastor cercano a la gente”, dijo el nuevo obispo de Chascomús

El padre Juan Ignacio Liébana, quien actualmente se desempeña como rector del Santuario de Huachana, al norte de Santiago del Estero, fue designado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la diócesis de Chascomús. En diálogo con Télam dijo que su "sueño es ser un pastor cercano a la gente" para saber "acompañarlos y consolarlos en este momento en donde el país no está pasando una buena situación económica y social".

De esta manera, el Papa aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Chascomús presentada por monseñor Carlos Humberto Malfa, quien cumplió 75 años; y a la vez fue designado como administrador apostólico hasta que su sucesor tome posesión canónica, según comunicó el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk.

El padre Liébana detalló que “la idea es que el 2 de febrero en la Fiesta Chica de Huachana yo me estaría despidiendo, en la misa de las 20”, mientras que “el 25 de febrero me despediría con una misa en la parroquia de Campo Gallo y el 2 de marzo sería la celebración de la ordenación episcopal junto con la toma de posesión de la Diócesis en Chascomús”.

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El padre “Juani”, como se lo llama cariñosamente en el norte de la provincia de Santiago del Estero, dijo a Télam que lo “sorprendió mucho este nombramiento del Papa Francisco, siendo tan joven que me encomiende la responsabilidad de una diócesis relativamente grande, con 27 parroquias y extensa en kilómetros. Sin dudas sentí que esto venia de Dios, que Dios me lo estaba pidiendo”, reflexionó.

Luego agregó que en el norte santiagueño “estoy muy bien, cómodo y feliz en Huachana, Campo Gallo y Santos Lugares”, en donde está hace 15 años, por lo que “si hubiera sido por mí, mi deseo era seguir aquí, quedarme en esta zona rural del monte, acompañando la religiosidad popular tan linda como se vive en Huachana, pero es cierto que a veces Dios nos sorprende con sus propuestas”.

“Vi claro que Dios me estaba invitando a dar un paso nuevo, me confiaba una gran responsabilidad”, enfatizó el padre.

La noticia de que iba a ser designado Obispo, fue “para la época de Navidad, entonces lo relacione con un nuevo nacimiento, que Dios me invitaba a nacer de nuevo, comenzar una vida distinta con otras responsabilidades, si bien es la misma misión de hacer el bien a los demás, de acompañarlos en la fe, va a ser muy distinto a como soy aquí como cura”, indicó.

“Voy confiado a la Diócesis de Chascomús, ya me comuniqué con el obispo días previos, que renuncia por la edad y estuvo muchos años a cargo de la Diócesis. El me acompaño mucho dándome fuerzas, ánimo y entusiasmo para iniciar esta nueva tarea”.

Santa misa en Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Merced.
Santa misa en Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Merced. Foto archivo EL CRONISTA.

En ese sentido sobre la nueva diócesis, dijo que “tiene una zona costera, una urbana y otra rural, con varias parroquias, con realidades distintas” por lo que “me gustaba asumir este compromiso y desafío”.

“Mi sueño es poder tener un lindo vínculo con toda la gente de la nueva diócesis, trabajar juntos, caminar juntos”, puntualizó, y agregó en ese aspecto que “es una misión compartida, en donde todos somos responsables de la misión en la iglesia, y el desafío con lo que cada uno sea fiel en lo que tiene que hacer cada día y poder hacerlo de la mejor manera”.

“Quiero ser un obispo cercano, que sepa escuchar, que sepa ponerme a la par de la gente, sobre todo de los más humildes, acompañarlos y consolarlos en este momento en donde el país no está pasando una buena situación económica y social. Saber transmitir paz, fortaleza, y acompañar en sus ansias de justicia, de igualdad, de fraternidad que el pueblo anhela y espera”.

“Ser un buen pastor que esté cercano, que escuche, que sepa ponerme siempre en el lugar del otro, ser humilde, que no por ser obispo este lejos de la gente, al contrario, mi rol es estar más cercano sobre todo del que más sufre”, puntualizó.

“Mi lugar principal será donde esté el dolor, estar ahí primero, primero en servir, en estar disponible, en escuchar; mi sueño es ser un pastor cercano de la gente”, dijo finalmente.

El presbítero Juan Ignacio Liébana, nacido en Buenos Aires el 6 de junio de 1977, tuvo una destacada trayectoria en el servicio pastoral, estudió Filosofía y Teología en el Seminario Metropolitano de la arquidiócesis de Buenos Aires y fue ordenado sacerdote el 27 de noviembre de 2004.

Según informó un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede, Liébana estudió en el seminario metropolitano de Buenos Aires y se desempeñaba hasta ahora como Párroco en Nuestra Señora del Carmen en Campo Gallo y Rector del Santuario Virgen de Huachana en la diócesis de Añatuya. (Con información de Télam)

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