La pasión por la pelota paleta, deporte de arraigada tradición vasca, sigue viva y vibrante en Chascomús. Un claro ejemplo de ello es el joven Martín Leclercq, producto genuino de la cantera del Club de Pelota Chascomús, quien con tan solo 17 años ha alcanzado la élite del Metropolitano, demostrando que el semillero de talentos local continúa dando sus frutos.
La historia de Leclercq se forjó en el emblemático trinquete de la calle Sarmiento, cuna de innumerables pelotaris que marcaron una época. Allí, dio sus primeros golpes bajo la tutela del “Gatito” Del Re, para luego perfeccionar su técnica y visión de juego de la mano de Bruno Di Luca, actual formador de nuevas generaciones en la misma escuelita donde Martín dio sus primeros pasos. El destino quiso que recientemente, Leclercq se enfrentara en la cancha a su propio mentor, un cruce que simboliza el traspaso de la posta y el crecimiento exponencial del joven deportista.
Hoy, Martín Leclercq defiende los colores de General Urquiza en la máxima divisional del Metropolitano, codeándose con los mejores exponentes de la pelota paleta a nivel nacional. Su presente no se limita a la élite, ya que también anima la segunda categoría del Provincial representando al club que lo vio nacer, formando dupla con su hermano Lautaro, evidenciando el fuerte lazo familiar y el compromiso con su institución de origen.

Este talentoso delantero ha llegado al Metropolitano para ocupar el lugar del lesionado Jony Miranda, haciendo pareja con Iván Thoss. A pesar de su juventud, Leclercq ya ha demostrado su valía enfrentándose a figuras consagradas como Sebastián Andreasen, Federico Fernández, Camilo Ibarra, Arnau Rodríguez (a quienes venció en un emocionante partido de tres sets), Lautaro Ercila, Nicolás Farías (superándolos en dos sets), su ex-entrenador Bruno Di Luca junto a Gonzalo Villegas, y Santiago Andreasen con Mateo Alberdi.
La irrupción de Martín Leclercq en la élite de la pelota paleta argentina no solo es un logro individual destacable, sino que también resalta la importancia del trabajo formativo que se realiza en el Club de Pelota Chascomús. Su ascenso es un testimonio vivo de cómo la tradición y la dedicación, cultivadas desde la base, pueden llevar a jóvenes talentos a alcanzar los más altos niveles competitivos, manteniendo encendido el legado de un deporte con profunda raigambre en la comunidad local.