Por Ximena B. Xiong
Durante la jornada de ayer, se tomó conocimiento a través de una entrevista radial en “FM Por Siempre”, 97.3, sobre un hecho inusual en la ciudad de Chascomús donde una familia vivió una situación caratulada como “horrorosa”, por la violencia con la que ingresaron efectivos de la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI) de La Matanza en el marco de un allanamiento.
Los efectivos policiales, ingresaron al domicilio sito en calle Las Flores de la ciudad lagunera violentando el portón para dar con una familia y una vivienda que no estaba involucrada en la investigación.
La vecina entrevistada, Roxana, quien con la familia alquilan en la zona hace nueve meses, relató que es la segunda vez que policías de diferentes dependencias se confunden de domicilio durante allanamientos. La primera ocurrió hace dos meses atrás y este último, en la madrugada del martes 31 de agosto.
Entre las 5am, Roxana escuchó que personas violentaban el portón. Al colocar las cámaras de seguridad supo que se trataba de efectivos policiales. Repetida la situación, la vecina alertó al personal que se habían confundido de vivienda, pero de igual manera, ingresaron alrededor de cuatro a seis efectivos, entre ellos una femenina que portaba una cámara tipo GoPro, según pudo observar uno de los integrantes de la familia.
De manera violenta, portando armas de fuego, requisaron el domicilio y les ordenaron que se tirasen al suelo los cinco integrantes, habiendo dos menores de edad, 15 y 13 años que había sido hisopada hace unos días por presentar síntomas compatibles a Covid-19, y un adolescente de 18 años.
Tras el mal momento pasado, finalmente se hizo presente un superior y notificó que la vivienda a allanar era la que estaba al lado, por lo cual simplemente se disculparon y se retiraron para accionar donde correspondía.
Se supo que ingresaron y revisaron un vehículo, al presumirse que personal de la DDI habrían ido con la intención de allanar armas que se estima que estarían implicados en un robo.
En diálogo con EL CRONISTA, la vecina, Roxana C., mencionó que “esta mañana (ayer) fuimos a ver a un abogado que nos aconsejó hacer un descargo para que, al menos, pidan disculpas. Además de que se hagan cargo de la rotura”.
Para la presentación de la nota, se solicitaron testigos que ya se han conseguido debido a que no es la primera vez que sucede. Inclusive un vecino había dado aviso a los efectivos que el domicilio al cual iban a ingresar era erróneo.
De igual manera, la familia afectada cuenta con material de audiovisual de las cámaras, tanto del exterior como interior de la vivienda, sobre el accionar de la fuerza policial. También al haber visto a una oficial con una GoPro, “si llegáramos a un juicio, podríamos pedir la filmación de ese momento”, señaló la vecina que solo busca que las autoridades se disculpen adecuadamente y arreglen el daño ocasionado.
Consultada por este medio gráfico si se les brindó asistencia médica y/o acompañamiento por el mal momento, Roxana dijo: “No, esa fue la indignación, solo se disculparon. Los chicos quedaron marcados y la casa con la puerta rota donde nadie vino a arreglarla. Quizás para ellos fue un error, pero para nosotros un horror. Fue terrible”.
A la vez que agregó: “Nos preocupó los chicos porque uno medianamente lo puede ir superando, pero estaban ellos y se manejaron con mucha violencia”, sin analizar el contexto donde los adultos alertaron hasta quedarse afónicos de que estaban en la casa incorrecta, tras aquella primera experiencia.