Tras una exhaustiva investigación, la justicia ha dado por finalizada la etapa de indagación y ha ordenado que el caso sea elevado a juicio. Este macabro suceso, que conmocionó a toda la región, se caracterizó por la violencia desatada en el seno de una familia aparentemente tranquila. Diego Reddy, de 44 años, su esposa María Eugenia Suárez y su hijo Ignacio, de tan solo 12 años, encontraron un fatídico destino aquella tarde.
Francisco Waldemar Reddy, hijo del matrimonio anterior de Diego Reddy y miembro de la fuerza policial, perpetró el triple homicidio con una carabina calibre 22, sembrando el horror y la desolación en Los Pinos. Tras cometer el acto atroz, huyó del lugar, dejando tras de sí un rastro de dolor y desconcierto.
El esclarecimiento de este crimen no fue tarea fácil. Múltiples hipótesis se tejieron en torno al caso, alimentadas por las maniobras de distracción realizadas por Francisco. Sin embargo, la verdad emergió, revelando su implicación en la venta de animales propiedad de su padre días antes del crimen, una evidencia contundente que lo señalaba como el autor material de los asesinatos.
Ahora, el caso se encamina hacia la sala de justicia, aunque la fecha para el inicio del debate aún no ha sido fijada. La comunidad espera con ansias el desenlace de este juicio, confiando en que se haga justicia por los inocentes que perdieron la vida de manera tan brutal.